Las plantas superiores obtienen
la mayor parte del carbono
y oxígeno de
manera directa del aire; ello a través del proceso de fotosíntesis.
El hidrógeno de manera directa o indirecta del
agua del suelo.
Todos los demás elementos
(excepto en pocos casos) son obtenidos de los sólidos del suelo.
De los trece elementos esenciales
considerados en la tabla anterior, seis de ellos son los más usados por las
plantas, de ahí el nombre de macronutrientes (N, P, K, Ca, Mg y S).
El nitrógeno (N), fósforo (P) y
potasio (K) se le proporcionan al suelo, generalmente mediante el uso de
fertilizantes.
El calcio (Ca) y magnesio (Mg),
generalmente en forma caliza, por ello se les denomina elementos CALCÁREOS.
El azufre (S) existe en el agua
lluvia y en el suelo; lo mismo que en algunos fertilizantes como estiércol, superfosfato[1]
y sulfato de amonio.[2]
El hierro (Fe), manganeso (Mn),
boro (B), molibdeno (Mo), cobre (Cu), cinc (Zn) y cloro (Cl), son utilizados en
pequeñas cantidades por las plantas (superiores), por ello se les llama “micronutrientes”.