Páginas

martes, 1 de diciembre de 2015

Dichos de nuestra gente (El Salvador)

Un dicho es una expresión popular, coloquial y graciosa de la cual se deriva un significado.

Veamos algunos ejemplos:

1.- Salió con la cola entre las patas. (Salió avergonzado)

2.- Se salvó por un pelo. (En el último momento)

3.- Cortando varas. (Desconoce el tema, se quedó sin comprender)

4.- Metió las de batir lodo. (Se equivocó o cometió un error craso) 

5.- Lo haré en un dos por tres. (Rápido)

6.- Es pan comido. (Se resuelve o realiza con facilidad)

7.- No pegaré una. (No acierta)

8.- Por si las moscas. (Se tiene duda y previene)

9.- Se hizo el loco. (Se hace el desentendido)

10.- Las atrapa al vuelo. (Es inteligente, sagaz)

11.- Se quedó en la luna. (No entendió)

12.- Antes de que cante un gallo. (Rápido)

13.- Meterse en camisa de once varas. (Adquirir problemas innecesariamente)

14.- Mátalas callando. (Presume de humilde o inocente) 

15.- Te llevó la que no te trajo. (Tiene problemas de difícil solución)

16.- Quedó como anillo al dedo. (Quedó bien)

17.- A la fuerza ni comer es bueno. (No hay que obligar)

18.- El burro hablando de orejas. (Ver los defectos en los demás y pasar desapercibidos los propios)

19.- Machete estate en tu vaina. (No meterse en problemas)

20.- Más vale que digan aquí corrió que aquí quedó. (Alejarse del peligro o las dificultades)

martes, 24 de noviembre de 2015

La raza del maíz (mito)

Popol Vuh (fragmento y adaptación)
Leyendas Maya – Quiché
Antes, hace mucho, pero mucho tiempo, cuando nada existía, todo estaba quieto, tranquilo…silencioso, sin luz, ni movimiento. Solo existían dos seres poderosos: Tepeu y Gucumatz, ellos utilizaban el pensamiento para comunicarse, no tenían necesidad de voz.

Poco a poco fueron creando un mundo maravilloso, primero el Sol, la luna, el cielo, las estrellas, la Tierra y el agua, luego lo llenaron de muchos seres fantásticos, unos que volaban, otros nadaban y otros caminaban sobre los campos verdes, pero algo faltaba.

Un día que ambos disfrutaban de su creación, tuvieron el mismo pensamiento a la vez: ¡Basta de estar solos! – Debemos crear a un ser inferior que necesite de nosotros, alguien a quien cuidar – pensó, Tepeu – Sí, alguien que nos salude y grite que nosotros lo creamos – añadió Gucumatz.

Entonces formaron un hombre de lodo, pero este era inmóvil, estaba blando y se desintegraba en el agua, los creadores lo deshicieron y crearon otros nuevamente, pero ahora de madera, estos se movían y hablaban, pero no tenían corazón, ni agradecían a sus creadores, entonces mandaron una fuerte lluvia y se ahogaron.

Al final, cansados de sus intentos fallidos por crear al ser humano, se les ocurrió cortar unas mazorcas de maíz amarillo y blanco, prepararon una masa con la que formaron cuatro hombres a quienes llamaron: Balam Quitzé, Balam Akab, Iquí Balam y Maucuta.


Los creadores vieron y escucharon que los hombres daban gracias y cuidaban su creación, por eso los recompensaron dando una esposa a cada uno. Estos cuatro hombres y mujeres fueron los primeros padres y madres de la raza del maíz…la raza Quiché.

domingo, 4 de octubre de 2015

domingo, 27 de septiembre de 2015

Importancia del uso de signos de puntuación y entonación

Es una historia de tres hermanas – Soledad, Julia e Irene – que reciben frecuentes visitas de un joven; ellas, muy bonitas y jóvenes, él, un caballero elegante, culto y simpático. Gracias a sus cualidades les conquista el corazón. Lo que da inicio a pleitos entre ellas, por lo que piden al caballero que se declare. Él ofrece escribir una décima en la que explicaría su sentir, con la condición de que no usaría signos de puntuación, sino que cada una de ellas y a su manera los colocaría.

1.- La décima sin puntuación
2.- Soledad colocó los signos de puntuación y dijo a sus hermanas: - La preferida soy yo. Procediendo a leer la décima.
3.- Julia le dice: - Siento mucho desilusionarte, pero a mí es a quien ama, escucha.
4.- Están equivocadas, dijo Irene, es a mí a quien ama. Observen:
Sin resolver la duda, le piden al caballero sea él, quien escriba los signos de puntuación, quedando de la siguiente manera:
Quedando así, resuelto el problema; pero a la vez, demostrada la importancia que tiene el uso de los signos de puntuación. 

sábado, 26 de septiembre de 2015

Uso de expresiones asimismo, así mismo y a sí mismo.

1.- Asimismo, sirve para reforzar, aclarar un escrito o incluir información adicional; suele usarse como sinónimo de “también” o “además”. Por ejemplo en los escritos jurídicos, suele utilizarse, de la siguiente manera:

a) Asimismo, anexo copias simples de mi Documento Único de Identidad, Tarjeta de Abogado y de Identificación Tributaria.
b) Asimismo, faculto a mi apoderado para que pueda conciliar, admitir y ... (escrito de Poder Específico, según inciso segundo del artículo 11 de la Ley Procesal de Familia).

En este caso, tal como puede observar, la expresión se escribe sin acento ortográfico (tilde).

2.- Así mismo, significa “de esa misma manera”. Así es un adverbio de modo y mismo un adjetivo. En este caso, puede prescindirse del uso del “mismo”. Veamos los ejemplos:

a) Lo hizo así mismo. También puede escribirse: Lo hizo así.
b) Quiero que hagas la tarea así mismo.
c) Como te presentaste a la fiesta, quiero que vengas así mismo.
d) Juan lo hizo así, tú hazlo así mismo.

3.- A sí mismo; como puede observarse, está formada por tres vocablos, el primero es una preposición; el segundo, una variante pronominal y el tercero, un adjetivo. Tiene un uso reflexivo (en este caso pronombre que indica el mismo sujeto). Coloquialmente indica “a él mismo”. Veamos algunos ejemplos:

a) Ella es fiel a sí misma.
b) Que las explicaciones sobre el uso de las expresiones anteriores sea de utilidad, lo que por supuesto cada lector, deberá preguntar a sí mismo.



miércoles, 16 de septiembre de 2015

El Soneto

Es una composición poética formada por catorce versos endecasílabos (también pueden ser alejandrinos), distribuidos en dos cuartetos y dos tercetos.
Los cuartetos deben compartir las mismas rimas y los tercetos deben compartir al menos una rima.
Ejemplos:
Regalo para el niño
Oswaldo Escobar Velado
(Salvadoreño)

Te regalo una paz iluminada.
Un racimo de paz y de gorriones.
Una Holanda de mieses aromada.
Y Californias de melocotones.

Un Asia sin Corea ensangrentada.
Una Corea en flor, y otra en botones.
Una América en frutos sazonada.
Y un mundo con azúcar de melones.

Te regalo la paz y su flor pura.
Te regalo un clavel meditabundo
para tu blanca mano de criatura.

Y en tu sueño que tiembla estremecido
hoy te dejo la paz sobre tu mundo
de niño, por la muerte sorprendido.


Soneto de repente
Lope de Vega
(español)

Un soneto me manda a hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto;
burla burlando, van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y aún parece que entré con pie derecho,
pues fin con este verso le estoy dando.

Ya estoy en el segundo, y aún sospecho
que estoy los trece versos acabando:
contad si son catorce y está hecho.

domingo, 16 de agosto de 2015

A tal jefe tal soldado (anécdota)

Por Doroteo Fonseca
Salvadoreño

El General Francisco Menéndez, cuando era presidente de la República de El Salvador, dio la siguiente orden a la pequeña guardia estacionada en Casa Presidencial: “Queda terminantemente prohibido dejar entrar a nadie después de las diez de la noche. Ni a mí mismo”.

Una noche el General regresó ya pasada la hora y al querer entrar a su residencia, el centinela  negó el paso.

El presidente insistió, de ahí que el centinela atravesó el rifle para impedírselo. Ante esta negativa, el general, muy sorprendido, preguntó al centinela:

- ¿Qué es esto? ¿Acaso no sabes quién soy?
El centinela contestó:
- Sí, Señor: usted es el Presidente.
El general insistió:
- Y entonces, ¿por qué no me dejas pasar?
El centinela repuso:
- Porque el mismo Señor Presidente ha dado orden de que pasada las diez de la noche, ni a él mismo se le deje entrar.

Al día siguiente el general hizo llamar a su presencia al centinela, quien esperaba un ejemplar castigo. El general se quedó viéndolo fijamente y preguntó al centinela por su nombre, edad, domicilio; si sabía leer y escribir, entre otras cosas. Por fin le preguntó si volvería a impedirle el paso. El soldado tras un breve momento de perplejidad, le contestó:

- Sí, mientras no cambie la orden.

El general, riendo de buena gana, le dio unas cariñosas palmadas en el hombro. Le dijo que había hecho muy bien y que así debía hacer siempre. Le aconsejó que siguiera siendo honrado, veraz y disciplinado, lo mismo que aprendiera a leer y escribir.