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Proceso digestivo. Higiene

Se le conoce con dicho nombre a los órganos que transforman por medios químicos los alimentos en sustancias solubles simples que pueden ser absorbidas por los tejidos.

El aparato digestivo está formado por los siguientes órganos:

Boca, faringe, esófago, estómago e intestinos; pero además hay órganos anexos que intervienen en el proceso digestivo y ellos son:

a) Anexos a la boca: las glándulas salivares. (Las glándulas salivares son: 2 parótidas; 2 submaxilares y 2 sublinguales)

b) Anexos al intestino: El hígado y el páncreas.

¿Qué es la digestión? Es el proceso mediante el cual los alimentos son transformados en sustancias que pueden ser asimiladas por la sangre.

La digestión incluye procesos químicos y mecánicos. La digestión es un proceso hidrólico.

¿Qué es la hidrólisis? Es la descomposición química, por la acción del agua, de un compuesto, en productos de estructura más simple.

El proceso de la digestión se realiza en tres actos:

a) acto bucal
b) acto gástrico
c) acto intestinal

Para que se dé el proceso digestivo es necesaria la presencia de fermentos o enzimas[1]. Éstos son producidos por diversas glándulas, se necesitan en cantidades muy pequeñas, entre otros.

Los procesos mecánicos consisten en la masticación para reducir los alimentos a partículas pequeñas, la acción de mezcla del estómago y la actividad peristáltica del intestino. Estas fuerzas desplazan el alimento a lo largo del tubo digestivo y lo mezclan con varias secreciones.

Los procesos químicos permiten la transformación de los diferentes alimentos ingeridos en elementos utilizables. Tienen lugar tres reacciones químicas:

a) Conversión de los hidratos de carbono en azúcares simples como glucosa.

b) Ruptura de las proteínas en aminoácidos como alanina.

c) Conversión de grasas en ácidos grasos y glicerol.

I.- Digestión bucal

La digestión se inicia en la boca. En ella se llevan a cabo dos fenómenos: la masticación y la insalivación. Cuando se ingieren los alimentos, las seis glándulas salivares producen secreciones que se mezclan con éstos. La saliva rompe el almidón en maltosa, glucosa y oligosacáridos; gracias a una de las enzimas que contiene (la tialina), disuelve los alimentos sólidos para hacerlos susceptibles a la acción de secreciones intestinales posteriores, estimula la secreción de enzimas digestivas y lubrica la boca y el esófago para permitir el paso de sólidos.

Los alimentos debidamente masticados e insalivados se convierten en una masa que se denomina “bolo alimenticio”. Luego que los alimentos se han convertido en esa masa se da el paso siguiente que es: la deglución.

La deglución presenta tres tiempos:

a) Bucal: la punta de la lengua se aplica contra el cielo de la boca (velo del paladar), se eleva toda la lengua y el bolo alimenticio es empujado hacia la faringe.

b) Faríngeo: en la orofaringe se cruzan las vías digestiva y respiratoria. En todo cruce de caminos pueden tomarse 4 direcciones:

Vía normal:

—El bolo alimenticio desciende por la laringofaringe y sigue por el esófago, que es lo normal. No penetra en la laringe porque está cerrada por la epiglotis.

Vías anormales:

—Retrocede a la boca (vómito).

—Es lanzado hacia la nasofaringe y salir por las fosas nasales.

—Puede penetrarse en la laringe, de donde es expulsado por los golpes de la tos.

Para que el bolo alimenticio siga cualquiera de las vías anormales es necesario que al momento de la deglución se produzca la risa, la tos el hipo e el estornudo.

c) Esofágico: El bolo alimenticio progresa hacia el estómago debido a dos causas:

—la acción de la gravedad que tiende a llevar hacia abajo el bolo alimenticio.

—por la acción de las contracciones sucesivas de las fibras circulares del esófago que forma una onda, la onda peristáltica.

OBSERVACIONES:

1º.- El tiempo bucal es voluntario.
2º.- Los tiempos faríngeo y esofágico son involuntarios.

II.- Digestión gástrica.

Los alimentos permanecen en el estómago un tiempo variable. Los líquidos pasan rápidamente al duodeno.  De tiempo en tiempo el píloro se abre y cierta cantidad de alimentos pasan al duodeno. Los primeros en abandonar el estómago son los glúcidos; después de 4 o 5 horas de haber ingerido alimentos sólidos el estómago debe encontrarse vacío. En la digestión gástrica se generan dos tipos de fenómenos: mecánicos y químicos.

1.- Fenómenos mecánicos. Consisten en contracciones de las fibras musculares del estómago. Las contracciones dan origen a las ondas peristálticas, las que se inician en el cardias y llegan hasta el píloro.

2.- Fenómenos químicos: Las glándulas de la mucosa del estómago segregan “jugo gástrico”. El jugo gástrico contiene tres fermentos[2] y ácido clorhídrico.

El jugo gástrico del estómago contiene agentes como el ácido clorhídrico y algunas enzimas, entre las que se encuentran pepsina, renina e indicios de lipasa. (Se cree que la superficie del estómago está protegida del ácido y de la pepsina por su cubierta mucosa). La pepsina rompe las proteínas en péptidos pequeños. La renina separa la leche en fracciones líquidas y sólidas y la lipasa actúa sobre las grasas. Algunos componentes del jugo gástrico sólo se activan cuando se exponen a la alcalinidad del duodeno; la secreción es estimulada por el acto de masticar y deglutir e incluso por la visión o idea de cualquier comida. La presencia de alimento en el estómago estimula también la producción de secreciones gástricas, éstas a su vez estimulan la producción de sustancias digestivas en el intestino delgado donde se completa la digestión.

Los alimentos en el estómago se mezclan y se da una transformación parcial debido a la  acción de la saliva y del jugo gástrico.

¿Qué es el quimo? Es la mezcla de los alimentos parcialmente transformados por la acción de la saliva y del jugo gástrico.

¿Qué es la quimificación? Es la transformación de los alimentos en una masa llamada “quimo”.

III.- Digestión intestinal.

Se considera de manera separada la digestión que se da en el intestino delgado, en el grueso y la absorción.

1.- Digestión en el intestino delgado. Al igual que en todo el proceso digestivo, también en el intestino delgado se dan dos tipos de fenómenos: mecánicos y químicos. La parte más importante de la digestión tiene lugar en el intestino delgado: aquí, la mayoría de los alimentos sufren otra hidrólisis y son absorbidos. El material predigerido que proporciona el estómago es objeto de la acción de tres líquidos: el líquido pancreático, el líquido intestinal y la bilis. Estos líquidos neutralizan el ácido gástrico con lo que finaliza la fase gástrica de la digestión.

1º.- Fenómenos mecánicos: consisten en la progresión de las sustancias alimenticias, debido a las ondas peristálticas. Hay además movimientos de segmentación, debido a la constricción de las paredes del intestino, pues se divide en numerosos segmentos.

2º.- Fenómenos químicos: las mayores trasformaciones de los alimentos tienen lugar en el intestino delgado.

Al intestino delgado van a parar dos jugos digestivos:

a) El jugo pancreático producido por el páncreas.

b) La bilis producida por el hígado.

c) Jugo intestinal que se encuentra presente en las numerosas glándulas de las mucosas del intestino.

ACCIÓN DEL JUGO PANCREÁTICO

El jugo pancreático contiene fermentos que actúan sobre los glúcidos, los prótidos y los lípidos.

a) Amilasa o amilopsina que al igual que la tialina que actúa sobre los almidones transformándolos en maltosa.

b) Tripsina actúa sobre las proteínas transformándolas en aminoácidos (cuerpos de pequeñas moléculas asimilables).

c) Lipasa pancreática transforma las grasas neutras en glicerina y ácidos grasos que son asimilables.

El líquido pancreático penetra en el intestino delgado a través de varios conductos. Contiene tripsina y quimiotripsina, enzimas que fraccionan las proteínas complejas en componentes más simples, que se pueden absorber y utilizar en la reconstrucción de proteínas del organismo. La esterasa pancreática rompe las grasas; la amilasa pancreática hidroliza el almidón en maltosa, que más tarde otras enzimas rompen en glucosa y fructosa. La secreción del jugo pancreático es estimulada por la ingestión de proteínas y grasas.

ACCIÓN DE LA BILIS

La bilis facilita la emulsión de las grasas. Se le da el nombre de emulsión al estado en que se encuentra una grasa, dividida en finas gotas en suspensión estable en un líquido[3]. La bilis es segregada de manera constante por el hígado, y se almacena en la vesícula biliar. Allí se mantiene hasta que los alimentos pasan del estómago al duodeno. Las funciones de las sales biliares en la digestión es ayudar a la absorción de las grasas, que emulsionan y las hacen más accesibles a las lipasas que las hidrolizan. La bilis, secretada por el hígado y almacenada en la vesícula biliar, fluye en el estómago e intestino delgado tras la ingestión de grasas.

ACCIÓN DEL JUGO INTESTINAL

El jugo intestinal posee numerosos fermentos, los principales son:

a) Erepsina: transforma las peptonas en aminoácidos.

b) Enteroquinasa: fermento de fermento pues su presencia estimula la acción de la tripsina del jugo pancreático.

c) Los fermentos que actúan sobre los azúcares formando azúcares simples (monosacáridos), y éstos son.

—La invertina que actúa sobre la sacarosa y la transforma en glucosa y levulosa.

—La lactasa transforma la lactosa en glucosa y galactosa.

—La maltasa desdobla la maltosa o azúcar de malta en moléculas de glucosa.

La glucosa, la galactosa y la levulosa son azúcares absorbibles y asimilables.

Los alimentos transformados en el intestino delgado forman un líquido llamado quilo, el cual está formado por agua, sales minerales, glucosa, glicerina y ácidos grasos.   

El jugo intestinal es segregado por el intestino delgado. Éste contiene varias enzimas; su función es completar el proceso iniciado por el jugo pancreático. El flujo de líquido intestinal es estimulado por la presión mecánica del alimento digerido parcialmente en el intestino.

Ictericia obstructiva: ineficacia de la digestión de grasas en ausencia de bilis.

ABSORCIÓN

Se da dicho nombre al paso de una sustancia a la sangre. Esta sustancia puede llegar a la sangre por los siguientes mecanismos:

a) Por la piel: Cuando se fricciona un medicamento.

b) Desde los músculos o el tejido subcutáneo: Cuando se realiza una inyección.

c) A través del aparato digestivo: Mediante las vellosidades del intestino delgado. A cada vellosidad llega una arteriola que se capilariza. Reunidos los capilares forman una venilla. En el centro de la vellosidad hay un vaso linfático que por recibir el quilo se le da el nombre de vaso quilífero.

Vías de absorción:

1.- La glucosa y los aminoácidos penetran a los vasos capilares de la vellosidad y la sangre se encarga de distribuirlo a todas las células del cuerpo.

2.- Las grasas (glicerina y ácidos grasos) pasan al interior del vaso quilífero comunicando un aspecto lechoso a la linfa. La linfa de los vasos quilíferos se reúne y desemboca en el conducto torácico. El conducto torácico es un canal que recoge la linfa de la porción interior del cuerpo y desemboca en el torrente sanguíneo en la vena subclavia izquierda.

Las glucosas llegan directamente a la sangre, las grasas por medio de la linfa[4].

ASIMILACIÓN: Incorporación a las células del organismo las sustancias alimenticias transformadas por el aparato digestivo y transportadas por la circulación.

Información adicional.

El transporte de los productos de la digestión a través de la pared del intestino delgado puede ser pasivo o activo. El sodio, la glucosa y muchos aminoácidos son transportados de forma activa. Por lo tanto, los productos de la digestión son asimilados por el organismo a través de la pared intestinal, que es capaz de absorber sustancias nutritivas de forma selectiva, rechazando otras sustancias similares. El estómago y el colon —en el intestino grueso— tienen también la capacidad de absorber agua, ciertas sales, alcohol y algunos fármacos. También se cree que ciertas proteínas enteras atraviesan la barrera intestinal. La absorción intestinal tiene otra propiedad única: muchos nutrientes se absorben con más eficacia cuando la necesidad del organismo es mayor. Las sustancias hidrosolubles, tales como minerales, aminoácidos e hidratos de carbono, pasan al sistema de capilares del intestino y a través de los vasos del sistema portal, directamente al hígado. Sin embargo, muchas de las grasas se vuelven a sintetizar en la pared del intestino y son recogidas por el sistema linfático, que las conduce a la circulación sistémica a través del sistema de la vena cava. Con ello se evita el primer paso a través del hígado.

EXCRECIÓN

El material no digerido se transforma en el colon en una masa sólida por la reabsorción de agua hacia el organismo. Si las fibras musculares del colon impulsan demasiado rápido la masa fecal por él, ésta permanece semilíquida. El resultado es la diarrea. En el otro extremo, la actividad insuficiente de las fibras musculares del colon produce estreñimiento. Las heces permanecen en el recto hasta que se excretan a través del ano.

HIGIENE DE LA DIGESTIÓN.

1.- Evitar las caries. Limpiar la dentadura al levantarnos, después de cada comida y al acostarnos.

2.- Consumir alimentos ricos en vitamina “C” y “D”.

3.- Masticar bien los alimentos.

4.- Comer a horas regulares.

5.- Evitar enojos al momento de comer.

6.- Evitar esfuerzos físicos y mentales inmediatamente después de las comidas.

7.- Esperar 3 horas después de las comidas para tomar el baño.

Interactividad: tocar o cliquerar en el siguiente enlace.


[1]Enzima, cualquiera de las numerosas sustancias orgánicas especializadas compuestas por polímeros de aminoácidos, que actúan como catalizadores en el metabolismo de los seres vivos. Las enzimas se clasifican en varias categorías: hidrolíticas, oxidantes y reductoras, dependiendo del tipo de reacción que controlen. Las enzimas hidrolíticas aceleran las reacciones en las que una sustancia se rompe en componentes más simples por reacción con moléculas de agua. Las enzimas oxidativas, conocidas como oxidasas, aceleran las reacciones de oxidación, y las reductoras las reacciones de reducción en las que se libera oxígeno. Otras enzimas catalizan otros tipos de reacciones. Las enzimas se denominan añadiendo asa al nombre del sustrato con el cual reaccionan. La enzima que controla la descomposición de la urea recibe el nombre de ureasa; aquellas que controlan la hidrólisis de proteínas se denominan proteasas. Algunas enzimas como las proteasas tripsina y pepsina, conservan los nombres utilizados antes de que se adoptara esta nomenclatura. La pepsina y la tripsina, que intervienen en la digestión de las proteínas de la carne.
[2]a) La pepsina: transforma algunas proteínas en peptona (contiene la molécula más simple de las proteínas).
b) Quimosina: que coagula la leche. La quimosina se llama también cuajo o fermento Lab. Fermento que es propio de la niñez. Si la leche no se coagulara pasaría rápidamente al intestino delgado y en ese caso la pepsina no tendría tiempo de actuar sobre la caseína o proteína de la leche.
c) Lipasa gástrica: actúa sobre las grasas neutras y las transforma en glicerina y ácidos grasos.
El ácido clorhídrico: es necesario para que actúe la pepsina, pues ésta solo es activa en un medio ácido.
[3]Observar la acción de la bilis sobre las grasas. Los alumnos llevan una bilis de gallina y aceite. El procedimiento: en un bote transparente o tubo de ensayo se coloca agua y aceite, luego se derraman unas gotas de la hiel o bilis del ave para que los alumnos observen la descomposición de las grasas por la acción de la bilis.
[4]Nombre común que recibe el fluido que se desplaza por el sistema linfático. La linfa es un plasma sanguíneo diluido que contiene abundantes glóbulos blancos, en especial los llamados linfocitos, y en ocasiones glóbulos rojos. Debido al gran número de células vivas que contiene la linfa se clasifica como un tejido líquido. La linfa se difunde, y es absorbida, por los capilares linfáticos desde los espacios localizados entre las distintas células que forman los tejidos. En estos espacios, la linfa se conoce como líquido tisular, plasma que ha atravesado las paredes de los capilares sanguíneos y rodea las células proporcionándoles nutrientes y recogiendo sus sustancias de desecho. La linfa contenida en los vasos quilíferos del intestino delgado se denomina quilo y se caracteriza por su elevado contenido en grasas.